domingo, 29 de abril de 2012

Toda Via Seguimos Con Vida Dice "Botello"

Desde mi silla en Occidental miré hacia el tablero electrónico para ver cuánto tiempo quedaba y el cronómetro marcaba el minuto 84. Había una ansiedad generalizada en todo el estadio porque Millos necesitaba ganar y no lo estaba haciendo mientras que el reloj seguía su marcha. Después de ver el tablero volví a mirar hacia la cancha y en ese momento, en el área sur del estadio, Ganicita recuperó el balón, lo cedió a Moreno y él a su vez a Máyer.
El 10 recibió y vio a Berrío con espacio y le puso el pase al vacío, Bréiner Castillo salió al encuentro con el 28 y el delantero -que hacía las veces de volante- picó la pelota a manera de centro para que apareciera el goleador y salvador Osorio Botello a empujar el balón en el fondo de la red en una jugada acrobática. Quedaban cinco minutos y Millonarios anotó el gol que tanto necesitábamos para seguir con vida en la Liga.


Justo ahí en ese instante, como no había pasado hacía muchísimo tiempo, el estadio en pleno explotó de emoción y felicidad. Osorio Botello corrió por toda la cancha celebrando el tanto hasta llegar al banco para abrazarse con Páez mientras que sus otros compañeros de ataque se abrazaban los unos con los otros. Los jugadores que estaban en la zona defensiva se arrodillaron levantando sus manos apuntando al cielo, como dándole gracias a Dios por la gesta, y en las tribunas el ambiente tenso y caliente que había dejado el primer tiempo se convirtió en una auténtica fiesta de abrazos, aliento, sonrisas de oreja a oreja, cánticos y hasta "ole".

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